Tratamientos para la Lumbalgia
La lumbalgia es un dolor en la región lumbar, que puede ser aguda, subaguda o crónica, y afecta la calidad de vida y la movilidad. Existen dos tipos de lumbalgia: específica, con causas identificables relacionadas con enfermedades o problemas estructurales, e inespecífica, sin causa concreta en el 90% de los casos. La rehabilitación es crucial para ayudar a las personas a manejar el dolor, retomar actividades y mejorar la funcionalidad, y puede ser necesario un tratamiento especializado para la lumbalgia específica.
Datos más importantes sobre la lumbalgia:
- En 2020, la lumbalgia afectó a 619 millones de personas y se estima que aumente a 843 millones para 2050 debido al envejecimiento de la población.
- Es la principal causa de discapacidad en todo el mundo.
- Afecta a personas de todas las edades, con la mayor prevalencia entre los 50 y 55 años y aumentando con la edad hasta los 80 años. Es más frecuente en mujeres.
- Dificulta el movimiento, afecta la calidad de vida y el bienestar mental, y puede limitar las actividades laborales y sociales.
- Genera una gran carga económica debido a la pérdida de productividad laboral y debe ser considerada un problema de salud pública mundial.
La lumbalgia puede ser específica, con causas identificables como enfermedades o daños tisulares, o inespecífica, sin una causa concreta, que representa aproximadamente el 90% de los casos. Los factores de riesgo para la lumbalgia inespecífica incluyen baja actividad física, tabaquismo, obesidad y esfuerzo físico intenso en el trabajo.
El tratamiento varía según el tipo de lumbalgia: para la específica, se trata la enfermedad subyacente; para la inespecífica, se recomienda fisioterapia, apoyo psicológico, reducción de la tensión laboral y cambios en el estilo de vida. Los medicamentos para el dolor deben usarse con precaución y preferiblemente combinados con otros tratamientos. La evaluación clínica integral es clave para adaptar el tratamiento a las necesidades individuales.
El manejo efectivo de la lumbalgia implica un enfoque biopsicosocial, con énfasis en la rehabilitación no farmacológica y la promoción del cuidado personal. Para prevenir y reducir los síntomas, se recomienda actividad física regular, una buena salud mental, mantener un peso saludable, dejar de fumar, dormir adecuadamente, participar en actividades sociales y ajustar el entorno laboral para mejorar la ergonomía.
Tratamiento de fisioterapia en la lumbalgia:
Diatermia capacitiva: Esta técnica es muy eficaz tanto en lumbalgia aguda como crónica, aliviando rápidamente el dolor y la inflamación. Genera calor profundo que aumenta el riego sanguíneo y relaja el tejido muscular, potenciando su efecto terapéutico en todas las fases de la lumbalgia.
Tens: El Tens, que combina alta y baja frecuencia, es útil para el control domiciliario del dolor. Equipos sencillos permiten a los pacientes gestionar los brotes de dolor eficazmente si el fisioterapeuta enseña su uso adecuado.
Masaje: Un masaje suave y relajante alivia la presión y el dolor en la zona lumbar.
Ultrasonidos: Utiliza vibraciones sonoras para provocar un efecto antiinflamatorio y calmante en la zona lumbar afectada, funcionando como un masaje vibratorio profundo.
Radarterapia: Aplica calor para calentar las capas externas de la piel y el tejido graso, lo que puede ser eficaz, aunque su eficacia puede variar.
Infrarrojos: El calor externo bloquea parte de la señal nerviosa, produciendo relajación muscular y aliviando el dolor.
Además de las técnicas clínicas, es crucial prevenir recidivas. Esto incluye corregir defectos posturales, fortalecer los músculos abdominales y paravertebrales, y aconsejar al paciente sobre un estilo de vida que prevenga la lumbalgia.
En este video tienes tres ejercicios que puedes hacer para mejorar el dolor lumbar, y recuerda visitar a un especialista para que te puedan dar un diagnostico correcto y empieces el tratamiento que necesitas.
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